La recién constituida Asociación de Trabajadores de la Tierra Canaria (ATRATICAN) ha lanzado un contundente llamamiento a las autoridades, denunciando el «grave abandono» que sufre el campo canario. El colectivo advierte sobre la expansión de plagas como la mosca blanca, la cochinilla y los ácaros, agravada por la retirada de productos fitosanitarios imprescindibles, como el Gazel, sin que se hayan ofrecido alternativas eficaces.
ATRATICAN, presidida por José Antonio Gómez y con presencia ya en cinco islas (La Palma, La Gomera, El Hierro, Tenerife y Gran Canaria), considera «preocupante» la situación y exige una intervención «urgente, decidida y contundente» del Gobierno de Canarias, especialmente a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca. El colectivo insta al Ejecutivo autonómico a ejercer también presión ante el Gobierno central y las instituciones europeas.
Entre las amenazas más recientes, ATRATICAN alerta sobre la aparición de filoxera en Tenerife, una plaga devastadora para la viña que, según denuncian, se ha introducido por deficiencias en los controles fitosanitarios en puertos y aeropuertos.
«Nos han dejado totalmente desarmados para combatir estas plagas. La prohibición de ciertos productos, por normativa europea, ha sido aplicada sin medidas transitorias ni soluciones reales, y ahora nos enfrentamos a posibles pérdidas millonarias», explican desde la asociación.
ATRATICAN también señala que el sector primario en Canarias está ya lastrado por problemas estructurales como los altos costes de producción, la falta de relevo generacional, la volatilidad de precios por intermediación abusiva y la incertidumbre sobre el futuro de las ayudas europeas.
Competencia desleal y agravio comparativo
Uno de los puntos que genera mayor indignación entre los agricultores agrupados en ATRATICAN es la «competencia desleal» que representan los alimentos importados de países no pertenecientes a la UE, donde se permiten plaguicidas prohibidos en Europa y se operan con costes mucho más bajos y condiciones laborales precarias.
«Mientras a nosotros nos prohíben usar plaguicidas, y poco menos que tememos la cárcel por ello, siguen entrando en la UE alimentos que sí los usan. Es una situación humillante para los profesionales del campo y la mar en Canarias», denuncian.
ATRATICAN ha recopilado información que evidencia que este sentimiento de abandono institucional es generalizado en todas las islas, y que el problema afecta a todo el campo canario, no solo al cultivo del plátano.
Ante la falta de reacción de las administraciones, la organización anuncia que pondrá en marcha una campaña de protesta y sensibilización social, además de buscar alianzas con otras organizaciones y empresas del sector, para exigir al Gobierno de Canarias y al Ministerio de Agricultura que actúen de inmediato y dejen de «maltratar a un sector esencial para el país».