Nueva Canarias – Bloque Canarista (NC-bc) exige al Gobierno de Canarias, al Cabildo de Fuerteventura y al Ayuntamiento de Puerto del Rosario que rectifiquen de inmediato la ubicación prevista para la nueva planta de generación de emergencia en la zona de La Herradura.

“Todo indica que el problema de la central del Charco lo quieren trasladar ahora a Majada Marcial, a menos de 900 metros de dos centros educativos y de zonas residenciales. Es inaceptable y vamos a exigir que se paralice y se busque una ubicación alejada del entorno urbano”, afirmó Cosme Espinel, secretario de Soberanía Energética de Nueva Canarias – Bloque Canarista (NC-bc).

La planta proyectada funcionará con grupos electrógenos para cubrir posibles apagones. Sin embargo, NC-bc cuestiona que esta instalación sea realmente temporal y de emergencia, como se ha anunciado. “Está financiada con 23 millones de euros y no tiene fecha límite clara. Es una infraestructura de alto impacto ambiental que puede acabar siendo permanente”, denunció Espinel.

El lugar elegido para su instalación se encuentra a menos de 900 metros del CIPF Majada Marcial y del CEIP Francisco Navarro Artiles y muy cerca de varias zonas residenciales de Puerto del Rosario. Además, la subestación eléctrica de Puerto del Rosario está a escasa distancia, lo que podría facilitar futuras ampliaciones sin garantías.

Desde NC-bc se denuncia que la falta de una planificación energética insular ha tenido consecuencias muy graves: “Se ha permitido colocar instalaciones fotovoltaicas, parques eólicos y una red de alta tensión sin orden ni visión de conjunto, y ahora pretenden sumarle una central de emergencia junto a nuestros barrios y colegios”, señaló el portavoz canarista.

“Después de más de 30 años gobernando el Cabildo y casi dos décadas en el Ayuntamiento, Asamblea Majorera y sus socios no han sido capaces de planificar una red eléctrica ordenada y sostenible. Lo que ahora llaman emergencia es en realidad la consecuencia de su dejadez”, añadió Espinel.

Desde la formación canarista se considera que existen ubicaciones alternativas más alejadas del entorno urbano, y se recuerda que cualquier instalación de este tipo debe contar con estudios ambientales completos y con un proceso de participación ciudadana real.

“No aceptamos que se escuden en el interés general para imponer una central contaminante al lado de nuestros colegios. Lo que exigimos es sentido común, planificación y respeto por la salud de la población”, concluyó Espinel.
NC-bc reclama el cambio inmediato de ubicación y transparencia total sobre los planes energéticos en la isla.