La diputada del Grupo Parlamentario Nacionalista Canario (CCa), Natalia Évora Soto, intervino en el Pleno del Parlamento de Canarias para abordar la situación de la proliferación de las instalaciones ilegales en suelo rústico en Canarias, que están degradando el territorio insular. Por ello, preguntó al consejero de Política Territorial del Gobierno de Canarias, Manuel Miranda, sobre las medidas iniciadas desde su área para afrontar la vigilancia respecto a estas infraestructuras.
Natalia Évora denunció que en el archipiélago se está incrementando el número de “todo tipo de instalaciones no autorizadas”. Casetas de madera, contenedores, estructuras prefabricadas, acumulación de palets, etc. “que se están ubicando especialmente en suelo rústico”.
Para la parlamentaria majorera, dichas construcciones no tienen nada que ver con el uso tradicional del campo canario, y están provocando un daño importante tanto al territorio como al paisaje de las islas. “En islas tan frágiles como Fuerteventura, con un territorio llano y muy sensible, este fenómeno tiene un impacto enorme”, agregó Évora.
Según detalló la diputada, estas infraestructuras alteran el paisaje y la biodiversidad, además afectan al medio ambiente y a la calidad de vida de las personas que residen en la isla. Évora destacó que solo en la isla de Fuerteventura, se han contabilizado más de 500 edificaciones ilegales, según los datos aportados por el propio Cabildo insular.
Asimismo, señaló la diputada que también los ayuntamientos se encuentran desbordados ante dicho fenómeno que, “además de ilegal, supone un riesgo en materia de salubridad y seguridad”, subrayo. En estén sentido, argumentó que es “fundamental” que todas las administraciones públicas – Gobierno de Canarias, Cabildos insulares y ayuntamientos – trabajen de manera coordinada, junto con la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural, que cuenta con un papel “clave” en el asunto.
Évora subrayó que la defensa del territorio tiene que ser una prioridad. Por ello, consideró que se debe seguir sancionando a quienes levanten este tipo de estructuras, pero también incidió en la importancia de establecer “el orden en el territorio y devolver el suelo a su estado natural”. La diputada subrayó, que además de la vigilancia y el control, se debe intensificar “la labor de información y sensibilización ciudadana”.
“Necesitamos explicar por qué estas acciones son tan dañinas, y que debemos proteger lo que hace únicas a nuestras islas: su naturaleza, su paisaje y sus valores ambientales”, concluyó.





