La diputada del Grupo Parlamentario Nacionalista Canario, Natalia Évora Soto, el pasado viernes, intervino en la Comisión de Transición Ecológica para preguntar por las acciones que se han llevado a cabo para controlar el impacto de la plaga de Diocalandra frumenti en Fuerteventura. Sobre esta situación, Natalia Évora, instó al Consejero del área a acometer medidas específicas para controlar dicha plaga.
El Palmeral de Buen Paso, ubicado bajo el barranco de Las Peñitas en Betancuria en la isla de Fuerteventura, tiene un gran valor histórico, ecológico y genético, ya que está considerado como el último reducto puro de palmera canaria en la isla. Además, se considera que se trata del origen genético de la Phoenix canariensis, posteriormente extendido al resto de islas.
Actualmente, se encuentra afectado por la Diocalandra frumenti, un tipo de escarabajo que parasita los ejemplares de esta especie vegetal autóctona en las islas produciendo enfermedades letales en las mismas.
Por ello, la diputada insistió en la necesidad de acometer acciones que eviten la propagación de dicha plaga y que permitan preservar el palmeral del Buen Paso. “La palmera canaria es el símbolo vegetal más representativo de las islas y un elemento clave del paisaje, la biodiversidad y la identidad cultural del archipiélago”, añadió Evora.
La supervivencia de esta especie, según detalló la parlamentaria, “ha estado ligada al manejo tradicional del campo”. Las gavias, los caños y los barrancos permitían aprovechar al máximo las lluvias, enriquecer los suelos y alimentar los acuíferos, sin embargo, Natalia Évora explicó que el abandono progresivo del campo, unido a los efectos cada vez más extremos del cambio climático, como sequías prolongadas y las temperaturas anormalmente altas durante todo el año, “han sometido a los palmerales majoreros a un estrés hídrico comprometiendo su capacidad de resistencia y regeneración”.
A este contexto que sufren los ejemplares de palmeras canarias en Fuerteventura, se le suma la aparición de plagas como la afección del picudo rojo en 2005, que puso en serio riesgo los palmerales canarios y que finalmente fue erradicada, gracias a la coordinación de todas las administraciones. Ahora, los palmerales sufren una situación similar a causa de la llegada de este escarabajo, que está causando un rápido deterioro de los palmerales.
Asimismo, la diputada puso en valor el trabajo que viene desarrollando el Cabildo de Fuerteventura mediante actuaciones orientadas a frenar la proliferación de esta plaga, así como la disposición del consejero autonómico a aceptar la enmienda presentada por el Grupo Nacionalista Canario para activar una partida presupuestaria específica destinada a la erradicación de Diocalandria frumenti en Fuerteventura.
Por su parte, el consejero se comprometió a colaborar y continuar con las reuniones de trabajo ya iniciadas con la Institución insular, para seguir monitorizando la afección real existente en Fuerteventura, que ya contabiliza más de 1.000 palmeras afectadas a lo largo de la isla. En este sentido, el consejero Mariano Hernández Zapata reconoció la gran labor realizada por el Cabildo majorero y destacó que la empresa pública GMR también iniciará trabajos en 2026 con el objetivo de controlar la plaga.
Además, subrayó que se está trabajando con diligencia para culminar el convenio de colaboración entre ambas instituciones, con el objetivo de erradicar la Diocalandria frumenti en la Maxorata. Por último, hizo un llamamiento a la población sobre el riesgo que supone podar palmeras sin supervisión técnica, ya que esta práctica favorece la expansión de la infestación, y recalcó que, para este tipo de actuaciones, lo más recomendable es contar con profesionales especializados.





