El diputado denunció que los PIF carecen de personal suficiente, tecnología moderna e instalaciones adecuadas, lo que, según indica, deja la puerta abierta a la entrada de plagas y especies invasoras. El sector vitivinícola canario suma 6.277 hectáreas de viñedos, 319 bodegas y unos 8.000 viticultores, que producen 10 millones de litros de vino al año y generan más de 5.000 empleos directos. “No hablamos solo de economía; hablamos de cultura, de paisaje y de siglos de historia que hoy están en peligro”, recalcó Rojas.
El PP anunció que respaldará la moción debatida en la Cámara y reclama el refuerzo inmediato de los PIF, con más inspectores, tecnología moderna, instalaciones adecuadas y servicio 24 horas; ayudas directas a los viticultores afectados y apoyo estatal en la erradicación de la plaga; y el blindaje de los fondos europeos, en especial del POSEI, esenciales para el sector primario. Rojas acusó al Gobierno de Pedro Sánchez de “mirar hacia otro lado” mientras negocia con independentistas, en lugar de garantizar la seguridad alimentaria y proteger la agricultura isleña. “Cada cepa perdida es un golpe a nuestra economía, a nuestro paisaje y a nuestra identidad. El Gobierno debe cumplir con su deber y proteger a Canarias”, concluyó.