Desde la Organización se propone que el proyecto incorpore representación ecologista, científica, social y de los municipios directamente implicados, Puntagorda y Garafía.
También se plantea que cualquier infraestructura o actividad debe garantizar la protección del paisaje, la biodiversidad y el patrimonio arqueológico.
Sara Hernández, portavoz de Drago La Palma: “la actividad científica no puede ser una burbuja al margen del territorio en el que se desarrolla, sino que debe generar oportunidades”.
Drago La Palma trasladó varias enmiendas a la Proposición No de Ley que el Congreso de los Diputados acaba de aprobar sobre el impulso de la candidatura del Observatorio del Roque de Los Muchachos para albergar el Telescopio de Treinta Metros TMT por sus siglas en inglés, con el objetivo de incorporar una nueva dimensión al proyecto que tenga en cuenta las posibilidades de diversificación económica y social de la isla, así como la conservación del territorio.
Desde Drago La Palma se valora el potencial científico del proyecto y la oportunidad que representa para La Palma, pero se recuerda que cualquier avance en este ámbito debe cumplir con el máximo rigor ambiental y social, evitando que la ciencia se convierta en una nueva forma de extractivismo sobre el territorio.
La portavoz de Drago La Palma, Sara Hernández, explicó que “no se trata de oponerse a la investigación científica, sino de preguntarnos qué modelo de ciencia queremos para Canarias” y recalcó que “la actividad científica no puede ser una burbuja al margen del territorio en el que se implanta, sino que debe generar oportunidades de desarrollo equilibrado y de justicia territorial”.
En este sentido, Drago La Palma entiende que es de vital importancia que el grupo de trabajo interministerial —que es una de las propuestas incluidas en la PNL— incorpore representación ecologista, científica, social y de los municipios directamente implicados, Puntagorda y Garafía, de modo que el proyecto genere beneficios reales para las comunidades rurales y contribuya a su desarrollo socioeconómico.
Sobre esta cuestión, Hernández explicó que “Garafía es actualmente el municipio con menor renta por habitante de Canarias y, al mismo tiempo, alberga instalaciones científicas de prestigio internacional” y añadió que “se trata de una paradoja que debe ser corregida mediante una redistribución más justa de los beneficios que genera la actividad científica”.
“La apuesta por la investigación astronómica en La Palma debe ir acompañada de formación, empleo cualificado e inversión en conocimiento local prosiguió Hernández, para que el avance tecnológico revierta en la población y contribuya a la diversificación económica y social”.
Por otro lado, entre las enmiendas de Drago La Palma también se encuentra la necesidad de que cualquier impulso institucional vinculado al TMT esté condicionado al cumplimiento estricto de la normativa ambiental y del planeamiento insular, garantizando la protección del paisaje, la biodiversidad y el patrimonio arqueológico.
Y a su vez, resulta de vital importancia evaluar la capacidad de carga ambiental del Roque de los Muchachos, incluyendo la planificación de las infraestructuras de acceso, transporte y energía y definiendo límites al crecimiento de instalaciones astronómicas, priorizando soluciones sostenibles y compatibles con la conservación del entorno.
“Todo proyecto que se impulse en el Roque de los Muchachos debe tener coherencia y sentido en términos de retorno social, además de respetar la fragilidad de un entorno que es uno de los puntos calientes de la biodiversidad de la isla”, remató Hernández.
El impulso a la candidatura del TMT para La Palma
El pasado martes, 21 de octubre, la Comisión Mixta de Ciencia, Innovación y Universidades del Congreso de los Diputados debatió y aprobó una Proposición No de Ley presentada por el Grupo Parlamentario Popular para impulsar la candidatura del Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma, como sede alternativa del Telescopio de Treinta Metros.
La propuesta incluía medidas como la creación de un grupo de trabajo interministerial junto al Gobierno de Canarias y el Cabildo de La Palma, el desarrollo de infraestructuras de acceso, transporte, energía y conectividad y la elaboración de una “oferta país” sólida y segura para atraer el proyecto.
Más allá de que la finalidad de la propuesta fuera positiva, Drago La Palma decidió hacer público su posicionamiento y se lo trasladó a varias diputadas del Congreso, de cara al debate y la votación de la Proposición No de Ley, con la intención de enriquecer la propuesta desde una visión ambientalmente responsable y socialmente justa.
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