Resulta que sobre el acceso de El Patronato existen informes técnicos que alertan de su peligrosidad y por este motivo fue cerrado. No obstante, el verdadero problema se produce cuando el Ayuntamiento decide iniciar el pasado mes de julio unas obras en la única vía alternativa, la calle de Los Barros.
Esta situación, sumada a los problemas de movilidad que ya sufre Tenerife de por sí, está provocando que trayectos de cinco minutos se alarguen hasta los veinte, con retenciones que superan el kilómetro dentro de la propia localidad.
Sobre esta cuestión se pronunció la portavoz de Drago Tenerife, Carmen Peña, quien destacó que “los vecinos y vecinas de Los Realejos que salen a trabajar por las mañanas no solo se comen las colas de la Autopista, que todos sabemos cómo son, sino que además tienen que soportar las de su propio municipio” y subrayó que “es inhumano”.
En este sentido, Peña recordó que “el propio Plan General de Ordenación de Los Realejos, aprobado en 2017, ya contempla el cierre de este acceso a la TF-5, por lo que no se trata de una situación sobrevenida, sino que se podrían haber buscado alternativas para que los vecinos y vecinas no se vieran afectados” y añadió que “es cierto que el nuevo PGO se acaba de aprobar, pero el daño ya está hecho”.
Asimismo, Peña afirmó que “lo más grave es la lentitud con la que avanzan las obras” y explicó que “no hay una fecha de finalización definida y existe un descontento y un desconcierto generalizado entre la población”.
Por su parte, Javier Álvarez, integrante de Drago Canarias en Los Realejos, hizo hincapié en que “Tenerife en hora punta se colapsa por completo, es algo que todos sabemos, que ya soportamos día a día y a lo que tenemos que buscar solución”, pero añadió que “para los vecinos y vecinas de Los Realejos esta situación se ha convertido en algo crónico que se produce a cualquier hora”.
Por otro lado, el cierre del acceso de El Patronato sumado a las obras de la calle Los Barros también está incidiendo en el transporte público, ya que el servicio de guaguas se ha visto obligado a modificar las paradas y, además, sufre constantes retrasos.
Ante esta situación, Álvarez señaló que Los Realejos necesita “una mejor planificación en las intervenciones y transparencia hacia los vecinos y vecinas, que al menos les indiquen cuando van a terminar las obras” y añadió que, en cualquier caso, “el problema crónico lo tenemos a nivel insular y el Cabildo de Tenerife ya ha demostrado no estar a la altura”.
