El fotógrafo Alfonso Escalero, galardonado este año con el Premio Cabildo de La Palma por su labor altruista durante y después de la erupción del volcán Tajogaite en 2021, ha compartido una serie de propuestas y reflexiones surgidas de su experiencia directa con la catástrofe y el acompañamiento a las familias afectadas.
Escalero considera que la erupción desveló “debilidades” estructurales en la preparación ante emergencias y alerta de que, cuatro años después, es urgente corregirlas: “No basta con salvar vidas. Hay que preparar a la población de forma preventiva y crear las condiciones para que pueda rehacer su vida”.
El fotógrafo, que realizó miles de vuelos con drones para documentar el avance de la lava y responder a las peticiones de vecinos que no tenían información sobre sus propiedades, lamenta que la frase institucional “Nuestra prioridad es salvar vidas” se convierta en una coartada para no asumir responsabilidades posteriores: “Ya salvamos tu vida, ahora búscate la tuya”.
Escalero propone 13 medidas concretas, divididas en tres bloques:
1. Prevención ciudadana:
- Informar al comprador de inmuebles sobre riesgos naturales antes de la compraventa.
- Establecer un seguro obligatorio para zonas de riesgo volcánico.
- Garantizar que todas las propiedades estén registradas correctamente.
- Fomentar el empadronamiento oficial en las viviendas.
2. Responsabilidad institucional y gestión de la emergencia: 5. Usar drones para monitorizar propiedades y rescatar animales atrapados. 6. Obtener imágenes satelitales más frecuentes para documentar daños. 7. Localizar e inscribir a las personas afectadas sin que tengan que acudir a registros. 8. Proporcionar alternativas dignas de alojamiento desde el inicio y facilitar la retirada de enseres. 9. Ofrecer información clara y actualizada por parte de autoridades y científicos. 10. Asegurar presencia continua de equipos psicológicos. 11. Desplegar maquinaria y personal especializado para retirar ceniza.
3. Ética y comunicación: 12. Integrar las zonas de riesgo en la planificación urbanística. 13. Aplicar principios de geoética en la comunicación científica.
Escalero insiste en que sus propuestas no son críticas destructivas, sino aprendizajes: “Vivir entre volcanes no es una condena, pero exige preparación, transparencia y sensibilidad real. La próxima erupción no puede encontrarnos igual de desprevenidos”.
Sus palabras son un llamado a la acción para instituciones y ciudadanía por igual, buscando que el dolor vivido en La Palma no se repita en el futuro en ningún rincón del archipiélago.